Todos los niños CRECEN, todos menos Peter Pan.
Ayer gracias al mal tiempo que estamos teniendo en Ferrol-Terra , me quede toda la tarde en casa. Lo que en un principio apuntaba a una de esas típicas tardes aburridas en la que uno se queda “sopa” con los Documentales de la 2, sucedió justo lo contrario.
Entre una cosa y otra las mujeres de la casa atendiendo a sus deberes nos dejaron solos a los hombres, y así como quien no quiere la cosa Marcos (mí hijo) y yo nos hicimos dueños, amos y señores del HOGAR (manda narices que para llegar a este punto las mujeres deben de estar ausentes).
Como Marcos al igual que casi todos los niños no para ni un minuto quieto y por mucho que yo intentaba echar una cabezada él no me dejaba, matándome a preguntas … DESISTI y tome la sabia decisión de que “si no puedes con tú enemigo únete a él”.
Saqué mí espíritu INFANTIL que sin dudarlo seguro es más “estable” que el ADULTO y me puse a jugar con él, primero con el Tren, después con el parking de coches, más tarde a “peleas” , para terminar con una creación de un ARMA mortífera y letal que tubo su gran esplendor y auge en la década de los 70 /80, cuando los niños nos criábamos y jugábamos en la calle , antes de qué las video consolas se apoderarán del Planeta.
Con una simple madera, una punta una pinza de colgar la ropa y dos gomas elásticas, logramos realizar un arma tan magnifica como el CETME español o el Kalashnikov ruso, y allí estábamos mí hijo y yo los dos disfrutando de lo lindo.
Él porque tenía en sus manos un “juguete” tan deseado y querido como si lo fuera una moto de batería, un Scalexrtic o la mismísima Nintendo DS y yo por pasarle a mi hijo algo de mí pasado, algo de mí niñez y deseando que él algún día hago lo mismo.
Todos los niños por mucho que nos pese se hacen mayores, todos menos Peter Pan .
Besos 1.000
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ojordo -